sábado, 1 de agosto de 2009

Educación: Aportes para la Mesa del Diálogo

Camino al Bicentenario la Argentina necesita, los argentinos necesitamos, volver a soñar juntos un nuevo proyecto de país, y el diálogo político es un gran paso en ese sentido. Nosotros, en este contexto, hacemos una clara y valiente opción preferencial por los pobres, enmarcada en la justicia social. Defendemos la dignidad de todas las personas, el destino universal de los bienes, la participación de todos y los principios de subsidiariedad y solidaridad. Reivindicamos la política como vocación de poder, poder entendido como servicio al prójimo, para transformar la realidad buscando, construyendo, el bien común, y poniendo en acción los valores de la verdad, la libertad, la justicia y el amor.
En este marco, desde el Partido Demócrata Cristiano deseamos que la educación vuelva a estar en la agenda pública. Queremos que vuelva a ser prioridad nacional, porque estamos convencidos que sólo así podremos realizar una verdadera transformación educativa que nos permita ser una Gran Nación. Para que la educación sea realmente una Política de Estado y no una política de gobierno que cambia con cada presidente, es necesario definir primero qué país queremos y qué concepción de persona tenemos. Y de este debate tienen que participar efectivamente todos; un verdadero debate entre todos los sectores de la sociedad, con presencia de los distintos partidos políticos y activa participación del Pueblo. Por eso creemos que es indispensable declarar a la Educación como Política de Estado, dentro de un Proyecto Nacional, Popular y Humanista. Y una vez hecha esta declaración, llevarla a la práctica con hechos concretos.
Lo primero que queremos dejar sentado es el siguiente decálogo de principios educativos, que se desprenden claramente de la actual Ley de Educación Nacional:

1) La educación es un bien de interés público, y un derecho personal y social.
2) Asegurar una educación de calidad con igualdad de oportunidades y posibilidades.
3) Garantizar una educación integral que desarrolle todas las dimensiones de la persona.
4) Brindar una formación ciudadana comprometida con los valores éticos y democráticos de participación, libertad, solidaridad, paz, justicia, respeto a los derechos humanos, responsabilidad, honestidad, fraternidad, valoración y preservación del patrimonio natural y cultural, y vocación de transformación en la búsqueda del bien común.
5) Fortalecer la identidad nacional, basada en el respeto a la diversidad cultural y a las particularidades locales, abierta a los valores universales y a la integración regional y latinoamericana, conformando un proyecto de país.
6) La familia es el agente natural y primario de la educación, y los padres tienen derecho a elegir para sus hijos la institución educativa cuyo ideario responda a sus convicciones filosóficas, éticas o religiosas.
7) El Estado tiene la responsabilidad principal e indelegable de garantizar una educación de calidad para todos y todas.
8) Jerarquizar y revalorizar la carrera docente, como factor clave del mejoramiento de la calidad de la educación.
9) El fin de la educación es que los alumnos puedan definir su proyecto de vida, como vocación a la felicidad.
10) El Estado debe garantizar el financiamiento del Sistema Educativo Nacional.

Sobre la base de estos principios, proponemos avanzar en los siguientes puntos:
• Propiciar una nueva Ley de Financiamiento Educativo que reemplace y profundice los logros de la actual normativa. Establecer pautas concretas y serias para una política salarial docente sostenida en el tiempo.
• Impulsar una nueva Ley de Educación Superior que responda a las nuevas exigencias del nivel.
• Redefinir la Educación Secundaria, generando un nuevo modelo, con prácticas innovadoras, en el nivel medio, fortaleciendo el papel de la Orientación Vocacional y fomentando nuevos modos de concebir el proceso de enseñanza-aprendizaje.
• Analizar la violencia en el ámbito escolar, fomentando una sana convivencia y una adecuada resolución de conflictos, contextualizando las situaciones en otros tipos de violencia previa.
• Promover una Educación Sexual Integral, con información pertinente y formación en valores, respetando los principios educativos enumerados anteriormente.
• Implementar acciones destinadas al logro de una Educación de Calidad con Igualdad de Oportunidades y Posibilidades. Es fundamental disponer de los recursos para lograr la equidad educativa mediante la inversión preferencial en zonas educativas de atención prioritaria, con medidas transitorias hasta tanto se hayan fortalecido la contención de las familias y de la escuela, teniendo en cuenta que los diferentes condicionamientos socio-culturales y económicos inciden considerablemente en la educabilidad.
• Mejorar sustancialmente la Formación Docente, especialmente orientada a mejorar su desempeño ante los nuevos desafíos que deben afrontar. Rejerarquizar el rol social del docente, lo que incluye, entre otras cosas, una notable mejora salarial.
• Promover la incorporación de las Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación a la educación de niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos, y de manera especial en la formación docente. Ampliar los conceptos de alfabetización y de lectura crítica, en la práctica, aplicándolos a las NTICs.
• Fomentar la relación Educación-Trabajo, particularmente en la modalidad de educación técnico profesional, a través de la implementación de mecanismos de vinculación entre el ámbito educativo y el laboral, y la vinculación de la oferta educativa con los polos productivos y de servicios, reorganizando y redefiniendo la oferta educativa.
• Incorporar el Deporte como materia obligatoria, apuntado a deportes que sean valiosos. (Como ejemplo se proponen las artes marciales, que otorgan conocimientos de defensa personal, disciplina, autodisciplina, esfuerzo, sacrificio, respeto por los mayores, sabiduría milenaria y valores).
• Vincular y articular la Educación con las áreas de Salud, Deportes, Ambiente, Desarrollo Social, entre otras.
• Revalorizar la Educación No Formal como estrategia de inclusión social y redefinir de su rol en el sistema educativo, reconociendo el carácter docente de sus instructores y coordinadores.
• Pensar y analizar la posibilidad de opciones de educación no graduada como alternativa para construir un sistema educativo realmente inclusivo.
• Garantizar la Infraestructura y el Equipamiento Escolar necesario, para todos. Construir más escuelas en las zonas de atención prioritaria, y generar las condiciones edilicias para posibilitar la jornada completa. Universalizar el nivel inicial.

Comisión de Educación del Partido Demócrata Cristiano

LA EDUCACIÓN ARGENTINA, CAMINO AL BICENTENARIO
http://educaciondc.blogspot.com/2009/07/la-educacion-argentina-camino-al.html

PLATAFORMA EDUCATIVA - LEGISLATIVAS 2009
http://educaciondc.blogspot.com/2009/06/plataforma-educativa-legislativas-2009.html

DOCUMENTO FUNDACIONAL DE LA COMISIÓN
http://educaciondc.blogspot.com/2009/02/documento-fundacional.html

miércoles, 22 de julio de 2009

LA EDUCACIÓN ARGENTINA, CAMINO AL BICENTENARIO

Camino al Bicentenario la Argentina necesita, los argentinos necesitamos, volver a soñar juntos un nuevo proyecto de país. Semejante tarea requiere de un liderazgo centrado en el servicio al bien común. El testimonio personal, la coherencia de vida y el respeto por el compromiso asumido son necesarios para reconstruir la confianza de los ciudadanos en sus dirigentes. Se requiere de líderes sociales y políticos comprometidos con el desarrollo integral de la persona y de la sociedad.

Nosotros, en este contexto, hacemos una clara y valiente opción preferencial por los pobres, enmarcada en la justicia social. Defendemos la dignidad de todas las personas, el destino universal de los bienes, la participación de todos y los principios de subsidiariedad y solidaridad. Reivindicamos la política como vocación de poder, poder entendido como servicio al prójimo, para transformar la realidad buscando, construyendo, el bien común, y poniendo en acción los valores de la verdad, la libertad, la justicia y el amor.

En este marco, desde el Partido Demócrata Cristiano deseamos que la educación vuelva a estar en la agenda pública. Queremos que vuelva a ser prioridad nacional, porque estamos convencidos que sólo así podremos realizar una verdadera transformación educativa que nos permita ser una Gran Nación. Para que la educación sea realmente una Política de Estado y no una política de gobierno que cambia con cada presidente, es necesario definir primero qué país queremos y qué concepción de persona tenemos. Y de este debate tienen que participar efectivamente todos; un verdadero debate entre todos los sectores de la sociedad, con presencia de los distintos partidos políticos y activa participación del Pueblo.

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miércoles, 3 de junio de 2009

Plataforma Educativa - Legislativas 2009

Ciudad

Sanción de la Ley de Educación de la Ciudad, reconociendo un sistema educativo integrado al sistema educativo nacional, que promueva el fortalecimiento de las características propias de cada gestión y de las diferentes modalidades, y respetuoso de los valores y principios que sustentan el sistema educativo argentino. Generar un mecanismo de participación real de toda la comunidad en esta ley.

Implementación de incentivos y acciones destinadas al logro de una educación de calidad con igualdad de oportunidades y posibilidades.

Desarrollo y mejora del modelo de un sistema educativo integrado con distintas gestiones, intercambio de buenas prácticas, reforzando la autonomía institucional con control de la gestión educativa por parte del Estado, jerarquizando el rol del Director y del Supervisor Escolar.

Mejora sustancial de la formación docente, especialmente orientada a mejorar su desempeño ante los nuevos desafíos que deben afrontar.

Promover la incorporación de las nuevas tecnologías a la educación de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos, y de manera especial en la formación docente.

Promoción de una la ley de cooperadoras escolares consensuada que restablezca la gestión compartida de los recursos del Estado.

Promoción de una educación inclusiva que favorezca la integración de las personas con discapacidad a la educación común, con el apoyo de equipos interdisciplinarios, con planes flexibles y adaptables, convirtiendo progresivamente a la educación especial en un recurso para la educación general, y sosteniendo las escuelas de educación especial para aquellos casos en que no sean posibles o adecuadas otras estrategias.

Fomento de la relación Educación-Trabajo, particularmente en la modalidad de educación técnico profesional, a través de la implementación de mecanismos de vinculación entre el ámbito educativo y el laboral, y la vinculación de la oferta educativa con los polos productivos y de servicios, reorganizando y redefiniendo la oferta educativa de la Ciudad.

Incorporación del deporte como materia obligatoria desde primer grado, apuntado a deportes que aporten disciplina y valores. Como ejemplo se propondrán las artes marciales, que otorgan conocimientos de defensa personal, disciplina, autodisciplina, esfuerzo, sacrificio, respeto por los mayores, sabiduría milenaria y valores.

Reconocimiento y desarrollo de la Educación No Formal como estrategia de inclusión social y redefinición de su rol en el sistema educativo de la Ciudad, reconociendo el carácter docente de sus instructores y coordinadores.

Redefinición de la educación secundaria en la Ciudad, generando de un nuevo modelo de educación secundaria, con énfasis en el desarrollo por proyectos, el fortalecimiento de la educación solidaria y la educación en valores, la generación de estrategias de reconocimiento de saberes previos y el desarrollo de nuevas especialidades - “especialidades del futuro”.


Nación

Propiciar una nueva ley de financiamiento educativo que reemplace y profundice los logros de la actual normativa. Establecer pautas concretas y serias para una política salarial docente sostenida en el tiempo.

Impulso de una nuevo ley de educación superior que responda a las nuevas exigencias del nivel y reconozca las particularidades y dinamismo propio de cada gestión educativa (estatal y privada), fomentando el desarrollo de propuestas de nivel superior no universitario y de nuevas carreras universitarias requeridas para un desarrollo sostenible.


Para ver la Plataforma completa, ingresar en http://www.yovotoaladc.com.ar/propuesta.html




sábado, 30 de mayo de 2009

Aumentan la desigualdad escolar y la exclusión - en La Nación

La exclusión y la desigualdad educativa provocan que miles de chicos no logren terminar el secundario y que otros tantos ni siquiera puedan comenzar el jardín de infantes.
Cuatro de cada diez adolescentes de los últimos tres años del secundario cursan en un año inferior al correspondiente a su edad o abandonaron los estudios. En el otro extremo, la mitad de los chicos de entre dos y cuatro años no están escolarizados en un jardín de infantes o en otros espacios educativos.
Los datos forman parte del informe del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia 2007-2008: Condiciones de Vida de la Niñez y Adolescencia, un programa de investigación del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina y la Fundación Arcor. Esta investigación se realizó en los más populosos centros urbanos: Gran Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Rosario, y busca medir el grado de cumplimiento de la Convención de los Derechos del Niño en las grandes ciudades del país.
La pobreza es una causa clave en este triste panorama. La inclusión temprana está muy relacionada con la estratificación socioeconómica de los hogares: mientras que un niño que pertenece al 25 por ciento más pobre tiene una propensión a no concurrir a un jardín infantil de un 68 por ciento, un par en el estrato el 25% más rico, registra una tendencia del 30%.
"Existe consenso entre los expertos en señalar que la escolarización temprana es de suma importancia para las trayectorias escolares futuras; sobre todo cuando estos niños pertenecen a hogares de estratos socioeconómicos bajos", señaló la coordinadora del Barómetro de la Deuda Social, Ianina Tuñón.
"Las experiencias de inclusión temprana en niños en situación de pobreza, en centros educativos de buena calidad, han evidenciado mejoras sustantivas en las medidas cognitivas y ha mejorado la probabilidad de que sean capaces de tener un rendimiento aceptable en la escuela, y evitar el fracaso escolar", agregó.
La falta de escolarización tiene sus consecuencias: una de las mayores dificultades las presentan los niños de los hogares más pobres es que el 30% no puede escribir su nombre de manera autónoma, frente a un 5% en el estrato medio alto. Más pobreza, más atraso
La exclusión también está emparentada con el nivel socioeconómico. Un adolescente de entre 13 y 17 años perteneciente al 25% más pobre tiene 9,5 veces más chances de no asistir al colegio que otro joven en el 25% más rico. En el nivel primario, la brecha de desigualdad es de 2,6 veces en el acceso a la enseñanza de computación, y de dos veces en el acceso al conocimiento de un idioma extranjero.
"La ley nacional de educación establece la obligatoriedad del nivel secundario; sin embargo, el desafío es aún muy importante -dijo Tuñón-. El déficit educativo en los adolescentes es muy significativo y se profundiza en los últimos años del secundario. Esta inferencia gana fuerza si consideramos que el 40% de los jóvenes entre 18 y 25 años no alcanza el secundario completo y el 50% de estos jóvenes pertenecen al 20% de los hogares más pobres.
"En este sentido, parece fácil advertir que cualquier déficit en el nivel de integración y de formación de capacidades en la niñez y adolescencia impone límites insalvables al sendero de desarrollo futuro de un país", lamentó la coordinadora.
"No hay auténtica distribución de la riqueza si no hay distribución equitativa de educación. La distribución no puede ser un eslogan; necesita concretarse en las aulas y esto no sucede en la Argentina. Por el contrario, la exclusión y el déficit educativo, como muestra el informe, atraviesan el sistema de punta a punta, aunque son los más chicos y los más pobres los más afectados", afirmó la directora del Area de Educación Universidad Torcuato Di Tella, Claudia Romero.
"La información que aporta el estudio es muy valiosa, no porque sea sorprendente, sino porque aporta datos en épocas en que los indicadores de la realidad social argentina son inexistentes o de dudosa validez -opinó Romero-. La información permite no sólo visualizar la gravedad del problema en la actualidad, sino ver en perspectiva los problemas a futuro."
La doctora en educación fue terminante: "Un niño que no tiene acceso al jardín de infantes ya empieza con profundas desventajas. Las investigaciones muestran que existe una clara asociación entre la cantidad de años cursados en la etapa preescolar y el desempeño futuro en la escuela".
En cuanto al déficit en la escuela secundaria, Romero destacó: "Buena parte de los problemas que se manifiestan en ese momento no se originan sólo ni principalmente en ese nivel educativo: muchos son consecuencia de deficiencias anteriores".
"La enorme cantidad de adolescentes de los últimos años que no asisten a la escuela o que están atrasados nos habla de déficit en el pasado y nos dibuja un panorama muy desalentador. ¿Cuál es el porvenir de estos jóvenes? ¿Qué futuro les estamos permitiendo construir?", se preguntó Romero.
"Con respecto a los niños más chicos, hay que hacer un esfuerzo grande porque todavía se está lejos de la meta, sobre todo en las zonas más pobres", consideró Juan José Llach, director del Centro de Estudios de Gobierno, Empresa, Sociedad y Economía del IAE-Universidad Austral, que estimó poco relevante el dato de la no concurrencia a la sala de dos años, ya que su asistencia está poco difundida.
"Hay un proyecto de reformulación de la enseñanza media en una primera etapa de discusión. Hay que acelerar ese trabajo. Es un problema evidentemente serio, pero hay que poner en contexto un tremendo crecimiento de la escolarización: ni las escuelas ni los chicos están preparados para este aumento", dijo Llach. La mirada de los adultos
El estudio también indagó en la percepción de los padres, madres o tutores en torno a la calidad educativa de las escuelas a las que asisten sus hijos. Se los consultó sobre tres indicadores: la calidad de la enseñanza que reciben los chicos, el estado general del edificio escolar y el trato que maestros y profesores dan a los alumnos.
En líneas generales, el mayor nivel de satisfacción se da en el nivel inicial y decrece en el primario y secundario.
Desde la perspectiva de los adultos, los principales problemas de la educación que afectan a los niños y adolescentes son el ausentismo de los docentes, la indisciplina escolar, la violencia, la falta de autoridad y de normas, la ausencia de exigencias y evaluación, y la carencia de preparación de los maestros.

Radiografía
Gran Buenos Aires: son notorias las desigualdades sociales que se evidencian a lo largo del ciclo educativo. La brecha se incrementa dramáticamente a medida que se avanza en el nivel medio.
Gran Rosario: la enseñanza de computación en la primaria y la secundaria supera la media nacional. La tendencia a no asistir a clases se vuelve relevante en el nivel inicial no obligatorio y en los últimos años del nivel medio.
Gran Córdoba: la indisciplina escolar es el principal problema en la primaria que señalan los padres y las madres. Lo menciona un 57%, percepción que supera en más de 20 puntos porcentuales a la media nacional.
Gran Mendoza: la brecha de desigualdad social en el nivel inicial no obligatorio de los chicos mendocinos es menor que en los otros centros urbanos.

http://www.lanacion.com.ar:80/nota.asp?nota_id=1133822

jueves, 23 de abril de 2009

Solidaridad con los Curas Villeros

El Partido Demócrata Cristiano de la Ciudad de Buenos Aires expresó su repudio por la amenaza sufrida por el Padre Pepe Di Paola, y se solidariza con él y todo el Equipo de Sacerdotes para las Villas de Emergencia.
“Cuando uno denuncia el hambre, la droga, las armas, toca intereses de grupos de poder. Lo lamentable es que estos grupos se sientan impunes. Si no hay complicidad del Estado, por lo menos hay omisión”, sostuvo Javier E. Giangreco, joven dirigente de la Democracia Cristiana, y hermano de uno de los curas que firmaron el documento.
La Comisión de Educación del Partido Demócrata Cristiano, que adhirió públicamente al Mensaje del Equipo de Sacerdotes para las Villas de Emergencia, se encuentra trabajando en un Mapa de la Desigualdad Educativa. “El problema sigue siendo que no hay igualdad de oportunidades” había sentenciado el Dr. Carlos L. Traboulsi, presidente del Partido, en la presentación de dicha Comisión.
Estas amenazas se suman a los ataques que vienen sufriendo todos los habitantes de las villas al no tener la posibilidad de plenificarse como personas, sin acceso a la educación, a la salud, a una vivienda digna, a un trabajo, siendo rehenes de la mala política. "Cada vez está mas claro que la verdadera lucha hay que darla contra la exclusión", concluyó Traboulsi.

miércoles, 22 de abril de 2009

Análisis de la actuación de un maestro educador

La tarea del educador será trunca si sólo muestra a sus alumnos las alturas llenas de luz. Es necesario, también, y más en el momento actual que vivimos, que mostremos los abismos oscuros que hay en la vida.

Parecerá cruel o disparatada esta proposición, pero lo que pretendemos es no lanzar a los alumnos a un mundo revuelto con los ojos cerrados, exponiéndolos a que adopten caminos de instintividad.

Nuestro quehacer educativo debe consistir en hacer que los alumnos conquisten su propia libertad, para lograr la superación de los instintos. En este punto, es necesario que orientemos a los alumnos para que logren la realización de todas sus aptitudes, impulsándolos a la verdadera sabiduría, se me ocurre aquí citar a Sócrates en el parágrafo 273 del “Eutidemo”, donde afirma: “Es necesario amar la ciencia, buscar la sabiduría y cultivar la virtud”.

La tónica del alumno de hoy, tal vez sea, la carencia de grandes pasiones, aún la del saber como valor. Se puede comprobar a diario, la tendencia pronunciada hacia lo fácil, lo agradable, lo que le gusta. Todo lo que impida o se oponga a la realización de estas tendencias, es interpretado por los alumnos como un atentado contra su libertad. Muchos jóvenes aspiran a que su vida sea un espacio sin frontera, lo que supone un enorme engaño.

Si realmente queremos ser verdaderos educadores, no debemos olvidar que tenemos una cuenta pendiente, que es un deber impostergable, y es presentar a nuestros alumnos la esperanza luminosa que supone el don de la vida, descubriéndola finita y contingente, pero llena de posibilidades y de ideales. No podemos caer en el facilismo de ofrecer solo saberes instrumentalizados, diplomas y distinciones que únicamente favorecen la competitividad y que más tarde pueden convertirse en violencia, sino, ofrecer también, un cultivo de valores y actitudes que hagan crecer como personas y como ciudadanos. En este punto tenemos que tener la valentía de superar la desidia, la cobardía, la moda o adoptar una actitud de permisividad con el alumno, para ofrecer la verdad y el bien con su poderoso atractivo. Hay que crear en los alumnos una auténtica necesidad de ir tras ellos, que entiendan que el placer no es lo mismo que la felicidad y que el bien no consiste en saciar nuestros instintos. Ciertamente la educación en nuestros días no es tan fácil, pero la peor tentación en que podemos incurrir como educadores es ceder ante la dificultad y caer en el escepticismo o pasividad.

Nuestra actuación como educadores deber ser la que facilite el logro del recto ejercicio de la libertad del alumno, sin descuidarlo, sino acompañándolo en esta conquista y una vez lograda, poder mirar el mundo con optimismo, con visión esperanzadora. Sólo entonces podemos hablar de transformación de la sociedad. Debemos acompañar a nuestros alumnos en el camino de la vida, para que lo hagan con seguridad y convencimiento. Si nuestra tarea solo se quedara en promover alumnos superando exámenes y pueda ocupar un puesto en la sociedad, si se persigue el ganar un buen sueldo más que la propia realización como persona, estaremos fracasando en lo más fundamental, que es educar.

¿Quién levanta la voz pidiendo responsabilidades a los docentes que por su actuación negligente, por su comodidad, o por su falta de preparación dejan a centenares de alumnos con una formación deficiente?

La labor docente no puede realizarse sin convicción profesional ni ética. La búsqueda de la verdad y del saber atraen, pero hay que saber ofrecerlos, sin imponerlos. Esta búsqueda no puede hacerse desde la desesperanza, la melancolía, el desencanto o la carencia de ilusión. Y aquí, aunque es muy arriesgado generalizar, nos vemos inmersos todos. Pero la constatación de este hecho no debe inducirnos al desaliento, sino al contrario, impulsarnos a tener más entusiasmo en nuestra misión de educadores.


Lic. Germán Sensi

viernes, 10 de abril de 2009

Desigualdad Educativa

Años atrás, la escuela era un camino que terminaba en la inserción social y laboral. Estar escolarizado, haber cumplido con la escolaridad obligatoria era requisito sine qua non para entrar al mundo del trabajo. Esto no se cumplía en todos los casos, pero así era visualizado por la sociedad toda y, por lo tanto, aún las familias menos pudientes querían que sus hijos estudiaran y aprendieran en la escuela para encontrar una “salida” a su situación de pobreza.
Pasaron ya muchos años en los cuales la realidad abofeteó las caras de estas esperanzas. El nivel educativo necesario para llegar a esa “salida” se elevó cada vez más alejando así la meta de un camino, por demás difícil de transitar aún cuando ya era acotado. Por otra parte, la salida laboral se fue haciendo cada vez más escasa y difícil aún para aquellos que lograban la tan ansiada meta. Y hoy asistimos al desencanto del “ideal educativo”. Que la escuela sea una alternativa para salir de la pobreza dejó de ser cierto. Y este cambio se acompañó además del canto de sirenas de otras nuevas propuestas muy “tentadoras”: robo, narcotráfico, mendicidad, etc. Muchos chicos, al quedar “excluidos” de los circuitos formales, quedaron “incluidos” en estos nuevos circuitos que, además, forman parte de su cotidianeidad.
Para que alguien quiera llegar a una meta, ésta tiene que visualizarse como alcanzable. Y el “ideal educativo” de salir de la pobreza “vía estudio” se fue tan lejos de las posibilidades de las familias de escasos recursos que directamente no amerita ni siquiera el esfuerzo de tratar de transitarlo.
Se habla entonces de acciones compensatorias por parte del Estado para acompañar y sostener el esfuerzo de estas familias. No las niego, pero estas acciones compensatorias no deben circunscribirse solamente a medidas “económicas” tales como aumentar el número de jardines maternales, de salas del nivel inicial, el número de días de clase, los años de escolaridad obligatoria, la cantidad de becas de estudio, etc. Todo esto es muy necesario pero no suficiente. Si solo nos atamos a medidas de este estilo, corremos el riesgo de vernos, a futuro, nuevamente invadidos por el fracaso y el desaliento.
Es cierto que la desigualdad en el acceso a la educación es fruto de la inequidad social y de la debilidad de las políticas estatales en esas áreas, pero esta desigualdad hunde sus raíces en la historia misma de cada individuo. Antiguamente, un hijo era un proyecto familiar. En las clases altas, el proyecto consistía en que ese hijo continuara y prolongara en el tiempo los beneficios socio-económicos de que ellas disfrutaban.
En las clases medias y bajas el hijo encarnaba el proyecto de ascenso social. El hijo venía al mundo para cumplir un logro que sus padres no habían podido conseguir: un título universitario, un trabajo mejor, etc.
Hoy día ¿qué proyecto pueden tener los excluidos? ¿Qué proyecto puede encarnar un hijo nacido en el seno de la exclusión? Es un hijo traído al mundo y del que no se espera que sea nada. Simplemente se lo trae al mundo y que el mundo haga con él lo que quiera o pueda.
Es esta desigualdad más profunda la que no se supera con políticas compensatorias como las que se vienen proponiendo. Si bien hace falta más dinero (y mucho), el dinero solo no va a cambiar nada, a menos que la escuela se convierta nuevamente en una “salida” a la dramática realidad de los excluidos.
Y esta “salida” no puede ser un título universitario (tan lejos para muchos…) sino algo más modesto y palpable: la posibilidad de insertarse en otra red que no sea la delincuencia, la mendicidad, el narcotráfico, etc...

Lic. Estela T. Rodríguez